sábado, 14 de julio de 2012

CULTURAS AMERICANAS: La cabeza decapitada de Pájaro Jaguar IV

 
 
Cabeza y cuerpo de Pájaro Jaguar IV, el Grande (709-752), en el yacimiento de Yaxchilán (Chiapas, México).
Foto: Carmen del Puerto.

Una de las estelas de Yaxchilán (Chiapas, México).
Foto: Carmen del Puerto.
Embarcación con el nombre de Pájaro Jaguar IV en aguas del río Usumacinta (México).
Foto: Carmen del Puerto.

En el interior de aquel edificio me encontré a Pájaro Jaguar IV decapitado, con las dos partes de su cuerpo en espacios distintos, como para evitar ser unidas de nuevo. Me tentó acoplar las dos piezas. No soportaba ver humillado a este “pájaro” que tan hábilmente manipuló la historia dinástica, reescribiéndola a su manera en estelas y dinteles hoy bien conservados en Yaxchilán. El susodicho buscaba, como sucede tantas veces, legitimar su disputado derecho al trono (era lo que tenía no ser hijo de la esposa principal del rey). Pero no me atreví finalmente. Pensé que si los arqueólogos no lo habían hecho ya, alguna poderosa razón tendrían. Según creencias lacandonas (de los indígenas mayas que aún viven en la zona), cuando la cabeza del rey maya vuelva a su posición original, el mundo será devastado por los jaguares celestes, que descenderán a la Tierra para comerse a la humanidad. Y una cosa es reírse de la profecía del 21 de diciembre de 2012 y otra de los jaguares, más si caen del cielo.


Pintura de un jaguar en una cabaña de la selva de Palenque (Chiapas, México).
Foto: Carmen del Puerto.

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