sábado, 22 de octubre de 2011

OBELISCOS: Colgado de la pared


 Capricho arquitectónico con un predicador en las ruinas romanas (1745-1750),
de Giovanni Paolo Pannini. Museo del Louvre (París).
Foto: Carmen del Puerto.

Algunos navegaron por el Nilo y se quedaron en sus orillas. Muchos cruzaron el mar y llegaron al continente vecino, que siempre los miró con codicia. Otros surcaron océanos hasta latitudes increíbles. Los más modernos despegaron del suelo rumbo a las estrellas. Pero también los hubo que nunca salieron de la cantera o que acabaron en posición horizontal. Se regalaron o se vendieron a precios ridículos, cuando no los saquearon impunemente. Han servido como canal de comunicación con los dioses y como pararrayos; incluso, para ventilación de alcantarillas. Muy pocos, como el de la foto, acaban colgados de la pared.

En este cuadro se representan varios monumentos antiguos de Roma: la pirámide de Cayo Cestio, el templo de Minerva Medica, un edificio circular que combina el templo de Vesta y el de la Sibila en Tívoli, el obelisco de Augusto (Plaza del Pueblo) y los colonnacce del Foro de Nerva.


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