domingo, 9 de diciembre de 2012

MEMORIAS GRIEGAS: Mitos del cabo Sunion


 
 
Templo de Poseidón en el Cabo Sunion, al sureste de Atenas (Grecia).
Fotos: Carmen del Puerto. 

Querido templo:

Te mire por donde te mire, siempre veo al rey Egeo de Atenas saltando al vacío desde el promontorio de Sunion, donde te hallas. Teseo, su hijo supuestamente (también se apunta a Poseidón como progenitor), le había prometido enarbolar las velas blancas a su regreso de Creta si tenía éxito en su misión y conseguía acabar con la maldición que pesaba sobre todo el Ática. Debía matar al Minotauro, el monstruo con cuerpo humano y cabeza de toro salvaje que comía carne humana y que requería para aplacarse el sacrificio anual de siete jóvenes varones y otras tantas doncellas. El joven héroe prometió librar a Atenas del cruento tributo que el rey Minos de Creta había impuesto por la muerte de su hijo, el atleta Androgeo, de la que se culpaba a los atenienses. Pero Teseo se olvidó de cambiar las velas, como también se olvidaría de la princesa Ariadna, la mujer que enfrentándose a su propio padre le ayudó con su carrete de hilo a salir del Laberinto del Minotauro. Viendo el negro velamen de luto, Egeo dio por segura la muerte de su hijo y se arrojó desde lo alto del Cabo Sunion al mar, que desde entonces lleva su nombre.

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