Una piedra en el zapato

 Acopio de zapatos viejos en la Plaza del Zócalo, Ciudad de México.

Foto: Carmen del Puerto.

La plaza se llenó de zapatos viejos. Saboteaban así al gobierno federal, como hicieron los obreros franceses en la revolución industrial, entorpeciendo con sus zuecos (sabots en francés y de ahí el término “sabotaje”) la línea de producción de las máquinas. Los zapatos son un símbolo de protesta, icono de revueltas, incluso arma arrojadiza contra la causa del descontento. El plantón del SME (Sindicato Mexicano de Electricistas) desluce –dicen- el Zócalo capitalino o Plaza de la Constitución, en el centro histórico de Ciudad de México, con la catedral metropolitana al fondo y muy cerca de los restos de la ciudad azteca de Tenochtitlán. En definitiva, una piedra en el zapato para las autoridades mexicanas. Pero los electricistas en paro han optado por una mayor visibilidad colocando allí sus zapatos viejos, reflejo del desgaste que sufren en la lucha por recuperar su empleo perdido. Como contrapunto, a pocos metros, un limpiabotas te abrillanta los zapatos por tan solo unos pesos.

 Limpiabotas bajo los arcos de la Plaza del Zócalo en Ciudad de México.

Foto: Carmen del Puerto.