Sin título (Tondo) (2006), de la artista alemana Katharina Grosse,
expuesto en el Centro Pompidou de París.
Foto: Carmen del Puerto.
expuesto en el Centro Pompidou de París.
Foto: Carmen del Puerto.
Los matemáticos griegos, que de geometría sabían mucho, intentaron cuadrar superficies irregulares con el fin de simplificar el cálculo de sus áreas. Y consiguieron cuadrar, con sus limitados instrumentos, cualquier superficie poligonal descomponiendo los polígonos en triángulos. Pero no así el círculo, por culpa del peculiar número Pi, como demostró el matemático alemán Ferdinand Lindemann muchos siglos después, en 1882. Hoy, la cuadratura del círculo sigue siendo un problema matemático sin resolver. Es imposible obtener, con sólo regla y compás –y ésta es la condición a tener en cuenta-, un cuadrado con una superficie igual a la de un círculo dado. Imposible propósito que, en sentido figurado, hallamos en tantas metas inalcanzables de la vida.
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