domingo, 24 de junio de 2012

ESTAMBUL: El Expreso de medianoche

  Panorámica de Estambul. Lienzo del pintor turco Cemal Toy.
Foto: Carmen del Puerto.


El Expreso de Medianoche (1978) no dio muy buena imagen de los turcos, pero en las retinas de muchos espectadores se grabaron las bellas secuencias de su inicio: ese horizonte de cúpulas y minaretes de las mezquitas de Estambul vistos desde las aguas del Bósforo. La película de Alan Parker, con un guión de Oliver Stone basado aparentemente en hechos reales y con una banda sonora de Giorgio Moroder, cuenta la experiencia de un joven estadounidense detenido en el aeropuerto de Estambul por tráfico de drogas. Condenado a cuatro años de cárcel por ese delito, duramente penalizado en Turquía, el protagonista sufrirá una auténtica pesadilla, el horror del sistema penitenciario turco. Sin duda, una reflexión sobre cómo una vida se puede arruinar en un instante y cómo cometer un error puede condenarte al infierno. Pero muchas veces las cosas no son como parecen… en el cine. Por eso invito a leer este artículo sobre la hipocresía en torno al narcotráfico que esconde tan extraordinaria película:


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