El Principito venía
del asteroide B 612. No he encontrado referencias sobre este “pequeño planeta”
(el asteroide real con esa numeración se llama Veronika y fue descubierto en 1906 por August Kopff desde el
Observatorio de Heidelberg, en Alemania). Tampoco he averiguado nada sobre los
seis planetas que el Principito visitó antes de la Tierra, pero por algo su
existencia es mera ficción. Aun así sabemos que el asteroide tenía tres
volcanes y que era tan pequeño que nuestro personaje de la literatura, con sólo
mover su silla, podía ver hasta 43 puestas de sol diferentes, crepúsculos de
otros tantos astros circundantes.
“Este asteroide sólo ha sido visto una vez con el
telescopio, en 1909, por un astrónomo turco. El astrónomo hizo, entonces, una
gran demostración de su descubrimiento en un Congreso Internacional de
Astronomía. Pero nadie le creyó por culpa de su vestido. Las personas grandes
son así.
Felizmente para la reputación del asteroide B 612, un
dictador turco obligó a su pueblo, bajo pena de muerte, a vestirse a la
europea. El astrónomo repitió su demostración en 1920, con un traje muy elegante.
Y esta vez todo el mundo compartió su opinión.
Si os he referido estos detalles acerca del asteroide
B 612 y si os he confiado su número es por las personas grandes. Las personas grandes
aman las cifras.”
(ANTOINE DE
SAINT-EXUPÉRY. El Principito. Emecé.
Barcelona, 1995. p. 19)
+-
Foto:
Carmen del Puerto.
Con estos párrafos
de su lírica parábola, el escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry
se mofaba tanto de los astrónomos profesionales como de la modernización turca que
impulsó en 1923 Mustafá Kemal Atatürk,
“el padre de los Turcos”, fundador de la República que puso fin a siglos de
sultanato otomano. Los turcos cambiaron su manera de vestir tras la Primera Guerra
Mundial adaptándose cada vez más a las pautas occidentales. Pero Atatürk, que
murió de cirrosis, no sólo reformó el código del vestido prohibiendo el fez y
el velo, también creó un estado laico, cambió el alfabeto árabe por el latino, adoptó
el calendario gregoriano, abolió la poligamia, admitió mujeres en cargos
públicos, cerró los monasterios de derviches y ordenó disolver los harenes. Las
mujeres allí encerradas procedían en su mayoría de tierras lejanas del Imperio,
eslavas de Rusia, el Cáucaso o los Balcanes (las musulmanas no podían ser
esclavizadas) que habían sido secuestradas o vendidas siendo niñas. Atatürk,
que no sabía qué hacer con ellas, puso un anuncio en los periódicos de aquellas
regiones convocando a los posibles familiares en el palacio Topkapi a una hora
de un día determinado. Su Código Civil de 1926 reconoció la igualdad de derechos
de las mujeres en cuanto al divorcio,
la custodia de los hijos y la herencia, entre otras leyes reformistas. No
exento de la crítica, el culto a su personalidad se respira en las calles
de Estambul, aunque Atatürk degradó a la ciudad trasladando la capital a Ankara.
wow, en serio es interesante, debo leer este libro para una prueba y esto del asteroide me intrigaba, ahora se que el principito no era real ;_;
ResponderEliminarok no
gracias por la infooo
𝚕𝚠𝚛𝚂𝙴
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