Foto: Carmen del Puerto.
Douala (Camerún), 2006
Los niños africanos siempre dan luz y color a lo que les rodea, compensando así la adversidad que tantas veces acompaña al continente. Esta niña de Douala, la capital económica de Camerún, con unos ojos inmensos, una sonrisa irresistible y una contorsión de brazos espectacular, ofrece al turista exquisitos plátanos que porta hábilmente sobre su cabeza, oficio y destreza que aprendería de su madre. Su oferta forma parte de un abarrotado mercado, junto con la ropa que cuelga de un puesto a sus espaldas. Niños que trabajan, sí, una situación que a un blanco (nasara, para los locales) indigna y escandaliza. Pero nuestra hipocresía occidental no puede evitar que aprendamos de esta elástica niña de piel negra vestida de blanco y de esa alegría de vivir que te regala sin nada a cambio, compres o no su mercancía.
Excelente blog. Me gusta Africa y tus miradas africanas.
ResponderEliminarSeguiré con interés tu blog
Felicidades, biológicas y por este blog
Besos
hola Carmen tu blog me parece de lo mas interesante soy marivi,espero seguir tus comentarios y tus esposiciones ,africa me parece un territorio increible y verdaderamente interisante.
ResponderEliminarHola Carmen! Me encanta tu blog! Interesante, inteligente, colorido!!!
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