Ejemplar de Oryx del Parque Privado de Léconi (Gabón).
Fotos: Carmen del Puerto.
Turista, ¿por qué me
miras tan fijamente? Veo algo en tus manos y yo no distingo entre cámaras
digitales y rifles de precisión. Pero sé que a los humanos os gusta la caza
mayor y no me fío. Muchos ejemplares de mi especie, al igual que otros animales
salvajes, han muerto como resultado de vuestra necia actividad cinegética, y ya
quedamos pocos. Si fuera para alimentaros, lo entendería, es la cadena trófica de
la vida. Pero matar por puro placer, para colgar la pieza como trofeo en el
salón de casa, eso no puede justificarse. Así que no me apuntes, porque en
seguida me pongo en guardia. Y aunque en África no se torea, no olvides que soy
un bóvido y puedo embestirte con mis afilados cuernos.
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