Señalización de Grünau y del Fish River Canyon (Namibia).
Foto: Carmen del Puerto.
Si te encuentras en
Sudáfrica y quieres visitar el Cañón del Río Fish, en Namibia, una opción es
cruzar en autobús la frontera delimitada por el río Orange, donde revisan los
equipajes a fondo y la espera es larga. El primer destino ya en Namibia será
Grünau, una desolada localidad con toponimia alemana y con vías de tren de
longitud infinita, pero sin uso. El autobús te habrá dejado en una aislada
gasolinera a las dos de la mañana, donde apenas verás los contornos por la
oscuridad. Suerte que el Ejército namibio te socorrerá y te buscará alojamiento
en un hotel con “Ladies room”. Ya en la habitación podrás elegir entre la
Biblia, una novela de drag queens y revistas del corazón, todo lectura en
lengua afrikáans. A la mañana siguiente descubrirás que salir de Grünau no es
fácil y temes lo peor, hasta que milagrosamente aparece alguien que se ofrece a
llevarte a Ai-Ais, la entrada sur del Cañón. Sólo una condición sorpresa de
última hora, tu chófer aparecerá con su familia en pleno, así que viajarás
cómodamente en la trasera de una furgoneta donde no te cabrán los pies.
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