domingo, 18 de noviembre de 2012

SERIE CAÑONES: Cromatismo gabonés

 
 

El Cañón Rosa de Léconi (Gabón).
Fotos: Carmen del Puerto.

Rosas, blancos, verdes… Los cañones gaboneses no destacan por sus dimensiones sino por su cromatismo. El Cañón Rosa de Léconi late en el corazón de las Mesetas Batéké, en la región del Alto Ogooué, allí donde el Gabón se acerca a la República del Congo. Sus altas “chimeneas de hadas” (houdous), caprichos de la erosión, no son muy conocidas. Pero si deseas verlas y bordear el perímetro de este espectacular circo geológico, una opción es volar desde Casablanca hasta Libreville, previa escala técnica en Malabo. Si no te detienen por hacer fotos al palacio presidencial en la capital gabonesa, puedes intentar, tras horas de espera y mucha suerte, subirte al Transgabonais, en la estación de Owendo. Pero renuncia si no consigues, en la reventa, asientos de primera, que no de lujo, en este tren de largo recorrido. Demasiada “diferencia” entre vagones para resistir 670 km hasta Franceville. Allí, sin 4x4 disponibles, negociar un taxi hasta Léconi tampoco será fácil. Pero, al menos, la carretera estará bien asfaltada dado que pasa por Lewai, rebautizada Bongoville. En esta ciudad nació Omar Bongo Ondimba, el que fuera presidente del Gabón durante más de cuarenta años y padre del actual Jefe de Estado. Ya en Léconi, el hotel homónimo te ofertará la visita al cañón. En definitiva, muchos miles de francos CFA, la moneda común de catorce antiguas colonias francesas en África. Pero sólo pisar este continente ya merece la pena.

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