Puesta de sol sobre una orilla del río Ogooué, cerca de Omboué (Gabón).
Foto: Carmen del Puerto.
El río Ogooué, “tan proceloso y
peligroso como el Congo aunque no arrastre su fama”, “el río ecuatorial más
hermoso y a la vez violento del mundo”. Así lo describía en el siglo XIX la
exploradora inglesa Mary Kingsley en sus diarios sobre el África Occidental.
Ella se enamoró de este inmenso río gabonés, que tantas veces remontó en canoa.
Un río navegable que nace en los Montes Ntalé, en la República del Congo, entra
en Gabón dividiéndolo en dos mitades, supera los 1.000 km de longitud y desemboca
en el Atlántico formando un delta pantanoso al sur de Port-Gentil, junto a las
plataformas petrolíferas gabonesas. El río Ogooué, imposible no amarlo, sobre
todo cuando lo has surcado atrevidamente en rústicas embarcaciones, piraguas o pateras,
e imposible olvidar esta puesta de sol contemplada desde una de ellas.
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