Los dos cráteres del Monte Camerún, un volcán activo en el centro de África.
Foto: Romano Corradi.
En 1982, el Monte Camerún, con su flora del Cuaternario, fue escenario de la película Greystoke: la leyenda de Tarzán, el rey de los monos, de Hugh Hudson. Cuando se estaba filmando, el volcán entró en erupción, fenómeno que la tradición prefiere atribuir al fallecimiento de un jefe local. La última muestra de su furia tuvo lugar el 28 de mayo de 2000.
A pesar de ser un volcán activo, todos los años la empresa Guinness organiza "La Carrera de la Esperanza”. Consiste en subir y bajar la montaña en un tiempo récord: menos de 5 horas, con selva tropical por medio y con la presencia constante de nubes. La participación es internacional, pero suelen ganarla los cameruneses, capaces de hacerlo en cholas y sin porteadores. Total, sólo son 4.095 m sobre el nivel del mar. Y ya lo ascendió sir Richard Burton, el explorador inglés, en 1861, aunque seguro que a él le llevaban la mochila, cuando no las maletas y los muebles. Burton lo llamó Monte Victoria, como era obligado en el Imperio, pero los nombres británicos no sobrevivieron a la transferencia de Camerún a Alemania en 1884. La también exploradora inglesa Mary Kingsley lo escaló en 1897, aunque con el nombre que le daban los indígenas: Mungo Mah Lobeh (literalmente “Trono del Trueno”), como recoge uno de sus libros de viaje por el África Occidental.
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